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Ir de compras puede interpretarse de varias maneras: como cualquier tipo de compra o como un pasatiempo en sí mismo.

Las compras se asocian a los viajes. Los viajeros podrían ser capaces comprar artículos no disponibles en el país, o artículos más baratos o de mejor calidad que en otros lugares, por no hablar de los souvenirs para recordar el viaje. Las compras también pueden extenderse a la adquisición de artículos de viaje, antes o durante el mismo. Algunos viajeros planifican sus viajes en función de las oportunidades de compra; por ejemplo, un viaje a Singapur o Hong Kong para comprar ropa o cámaras y aparatos electrónicos libres de impuestos.

Consejos[editar]

Antes de lanzarse a realizar una compra compulsivamente, es mejor observar el precio, calidad y estado del producto en distintas tiendas, compararlos, y comprarlo en aquella que ofrece una mejor relación de calidad-precio.
En la imagen, un grupo de mujeres observando los precios de la vitrina de un negocio en Toronto, Canadá, en 1937.
  • Viaje ligero. Puede reducir su equipaje de mano cuando viaja al exterior, si compra la ropa y artículos de higiene personal para su viaje en el destino, sobre todo si viaja a un lugar de bajo costo con buenas oportunidades de compras. Incluso podría reducir el peso de su equipaje en su regreso a casa donando algo de ropa usada a una organización benéfica local.
  • Observe detenidamente todos los precios y compárelos antes de comprar. La primera vez que llega a un país extranjero, usted sólo puede suponer si un producto es caro o barato guiándose según los criterios de los locales. En áreas turísticas como aeropuertos, tiendas de hoteles y atracciones culturales, los precios tienden a ser inflados. A medida que pase por distintas tiendas, es posible que descubra el precio comúnmente aceptado para artículos comunes.
  • Siempre tenga presente la cotización de la moneda local. A menos que viaje dentro de un mismo país o de un país a otro dentro de la zona euro, debe tener en cuenta el valor de cambio de la moneda de su país y la moneda local, a la hora de hacer una compra.
  • Tenga cuidado al comprar productos con restricción de importación a su país o electrónicos incompatibles. Verifique que el producto no sea incompatible con el sistema eléctrico de su país de residencia; que en caso de productos multimedia con restricción geográfica, esta restricción no afecte a su país, y vea si están en formatos de video incompatibles; y verifique si existen restricciones aduaneras en la importación de ese producto. Del mismo modo, si usted tiene la intención de traer consigo de regreso un vehículo comprado en el destino turístico, asegúrese de que pueda ser registrado para su uso en su país de residencia.
  • Comprar viene a lo último. Existen varias razones por las cuales es mejor hacer las compras hacia el final de su estadía:
    1. Sabrá cuánto dinero podrá escatimar.
    2. Estará más familiarizado con los niveles de precios, disponibilidad y calidad de los productos.
    3. Reducirá al mínimo el equipaje durante su estadía en el destino, minimizando el riesgo de perder artículos por el camino.
  • Los aranceles aduaneros podrían formar parte de sus costos.
    1. Haga sus compras teniendo en consideración que su país de origen podría cobrarle impuestos si sobrepasa ciertos límites. Las disposiciones reglamentarias sobre esto pueden variar de país en país. Algunos artículos generan carga impositiva sin importar su precio o valor, como el tabaco u otros determinados productos de otros países.
    2. No lleve nada consigo (que tenga un valor considerable) que no haya sido reconocido previamente como de su propiedad por las autoridades aduaneras de su país.

¿Qué comprar?[editar]

Puede ahorrarle dinero realizar las compras en una tienda libre de impuestos, especialmente para productos como el alcohol y el tabaco, y para viajeros procedentes de regiones con altas cargas impositivas como Escandinavia.

La artesanía es un souvenir muy popular. El coste de las artesanías tiende a seguir el nivel de renta local, lo que las hace baratas en regiones como el África tropical, pero costosas en Europa occidental.

Los textiles, como el algodón, la lana y la seda, son materiales populares para recuerdos de alta calidad, sobre todo alfombras y ropa. La ropa es necesaria al menos cuando se viaja ligero de equipaje. También la oferta para el clima local suele ser mejor a nivel local. Hay que tener cuidado con las diferentes normas de talla de ropa; por ejemplo, una persona que lleva una L en un país occidental puede necesitar una XXXL en China. Si viaja a países de renta baja, considere la posibilidad de recurrir a un sastre local; puede resultar bastante asequible por el bajo coste de la mano de obra, sobre todo si la tela adecuada también es barata. En algunas zonas, las botas hechas a mano también son una buena compra.

La comida puede ser muy popular para comprar en el extranjero, para hacerse con algún capricho que no esté disponible en casa, o como recuerdo del agroturismo. Sin embargo, estos productos pueden ser perecederos y su importación puede estar restringida.

Las bebidas alcohólicas varían mucho en coste y disponibilidad, y pueden ser una ganga en las compras libres de impuestos. Sin embargo, las botellas son frágiles y pesadas, y su importación puede estar restringida.

Algunos artículos, como las gafas, también pueden ser mucho más baratos en el extranjero; un viajero que comparó precios descubrió que las gafas más baratas para su graduación costaban 135 dólares en Canadá, pero 35 en Filipinas; acabó pagando 125 dólares por un par muy bueno en Filipinas. Algunos viajeros se someten a tratamientos dentales o quirúrgicos en el extranjero; véase turismo médico.

Los artículos caros, como los electrónicos, pueden ser más baratos en otro país si el tuyo tiene aranceles altos. Se rumorea que algunos viajeros de Sudamérica consiguen pagarse un vuelo de ida y vuelta a Miami sólo con lo que se ahorran comprando un par de iPhones allí en vez de en casa.

Lugares buenos y malos para comprar[editar]

Aunque hayan un montón de excepciones —incluso un pésimo vendedor podría tener algunas buenas ofertas o ser el único que vende lo que quieres, e incluso un excelente vendedor podría vender productos inútiles demasiado caro—, existen algunas reglas generales para encontrar buenos lugares para comprar y evitar aquellos malos.

Lugares buenos[editar]

Hay buenas ofertas en las zonas turísticas. Suelen tener una mejor selección de productos orientados al turista que en otros lugares, y las instalaciones también pueden ser mejores; por ejemplo, pueden tener más personal que hable inglés o estar preparadas para aceptar tarjetas de crédito extranjeras que otras tiendas no aceptan. Sin embargo, los precios suelen ser algo o mucho más altos que en otros lugares, especialmente en las llamadas trampas para turistas, por lo que los compradores deben ser precavidos. En particular, si se pretende comprar artículos caros, a menudo merece la pena buscar mejores ofertas en otros lugares.

Las ciudades fronterizas suelen tener buenas ofertas, dirigidas a la gente que hace viajes de compras al otro lado de la frontera para conseguir lo que sea más barato o de mejor calidad en el otro país. Pero hay que ser prudente, ya que algunas tiendas se aprovechan de sus clientes de paso vendiendo artículos de baja calidad.

Lo mejor es descubrir dónde compran los lugareños e ir allí. En particular, suele merecer la pena pasear por unos grandes almacenes locales, sobre todo si se siente más cómodo con los precios fijos que teniendo que regatear. En muchos lugares, los mercados locales, bazares o zocos son muy coloridos y merece la pena visitarlos aunque no se tenga pensado comprar nada.

Hay algunos tipos de tiendas especializadas que merece la pena buscar.

  • Muchos museos tienen tiendas que venden réplicas de alta calidad de objetos de sus colecciones o incluso de las de otros museos. Las grandes instituciones, como el Museo Británico o el Smithsonian, tienen tiendas de gran calidad, e incluso los museos pequeños suelen tener buenas tiendas.
  • Algunos yacimientos arqueológicos también tienen buenas tiendas.
  • Muchas galerías de arte venden buenos libros o grabados. Los artistas o fotógrafos locales también pueden vender en otros lugares.
  • También hay muchas tiendas gestionadas por el Gobierno, como la Central Cottage Industries de la India, creada para promover las artes y la artesanía locales.

Ninguno de estos lugares especializados es extraordinariamente barato y la mayoría no regatea, aunque algunas galerías sí pueden hacerlo. Sin embargo, la calidad suele ser bastante alta, algunos de los productos ofrecidos son únicos y es mucho menos probable que le cobren de más que en una zona turística o en un mercado local general.

Lugares malos[editar]

Por regla general, cualquier vendedor con un mercado cautivo estará tentado de aprovecharse de la situación y cobrar de más; también pueden tener motivos para unos precios altos porque están pagando un alquiler muy elevado. Algunos ejemplos son las tiendas de los aeropuertos y algunos hoteles y, con bastante frecuencia, una tienda que es la única disponible para las personas cuyo autobús turístico les lleva a alguna atracción.

Cuanto más grande sea el lugar, menos problemático será esto. En un aeropuerto enorme, un centro comercial junto a un hotel o todo un distrito de tiendas turísticas hay suficiente competencia para mantener unos precios razonables. El aeropuerto internacional de Hong Kong tiene incluso carteles que anuncian "precios garantizados en el centro".

El término despectivo "trampa para turistas" se utiliza para referirse a un lugar con precios excesivos, construido a propósito para visitantes lejanos, normalmente con un marketing ruidoso y con atracciones, tiendas de regalos y restaurantes caros. Pueden construirse cerca de atracciones naturales y culturales muy conocidas. Si va a un destino muy visitado, compare los precios de los distintos lugares para decidir adónde ir. Consulte Viaje con presupuesto#Trampa para turistas para saber más sobre estos lugares.

En muchos lugares -en gran parte de Asia y a veces en otros sitios- está muy extendido el sistema de comisiones a los guías. Cuando un guía turístico, un taxista, un vendedor ambulante en rickshaw o incluso un desconocido "amable" al azar le lleva a un establecimiento de este tipo, se lleva una comisión por todo lo que usted compre. Prácticamente todos estos lugares están sobrevalorados, y los más atractivos para los guías sin escrúpulos porque pagan las mejores comisiones son los peores desde el punto de vista del viajero.

Al entrar en muchos mercados, o simplemente por la calle en algunas zonas, se le acercarán (en algunos lugares, le acosarán) vendedores ambulantes que se ofrecen a guiarle a las tiendas. Suelen cobrar comisión y, por lo general, hay que evitarlos.

Restricciones[editar]

Existen restricciones legales o de otro tipo para muchos tipos de mercancías y varían considerablemente de un país a otro.

Es probable que se restrinja todo lo que pueda ser portador de enfermedades; la mayoría de los países restringen la importación de «plantas», «animales», «semillas» (incluidos los granos de café sin tostar) y algunos «alimentos». Por ejemplo, el Reino Unido está libre de rabia y no admitirá a la mayoría de los animales sin cuarentena, y las aduanas australianas incineran los productos de piel de oveja procedentes de algunas zonas por riesgo de ántrax.

Muchos países restringen la exportación de antigüedades o reliquias; véanse los artículos sobre yacimientos arqueológicos y el país para más detalles (y dé por hecho que existen al menos algunas restricciones aunque no se mencionen). Puede que los bienes no tengan que ser especialmente antiguos para estar sujetos a la normativa de exportación, si se consideran parte del patrimonio nacional. Los lugares turísticos o las tiendas de los museos suelen tener buenas réplicas que son perfectamente legales (obtenga y conserve la documentación, ya que las buenas réplicas a veces pueden confundirse con originales).

Existe un convenio internacional que restringe la exportación de marfil y otros productos de especies amenazadas, y las sanciones son bastante severas. Si quieres comprar productos de marfil, lo más fácil es comprar sólo falsificaciones. Algunos artículos antiguos están exentos de la prohibición, pero tratar con ellos es complicado; como mínimo hay que comprobar los detalles legales y asegurarse de que el vendedor proporciona buena documentación que demuestre que el artículo es realmente antiguo. Después, preocúpese de las restricciones a la exportación de antigüedades.

Hay restricciones para el envío de trofeos de caza. Tras la aparentemente ilegal y ciertamente polémica matanza de un león llamado Cecil en Zimbabue en julio de 2015, muchas aerolíneas prohibieron totalmente el envío.

La legislación sobre derechos de autor o marcas registradas también puede ser un problema; en varios lugares se pueden conseguir fácilmente copias baratísimas de diversos artículos con marcas de alta gama, pero pueden ser confiscadas en la frontera. Incluso pueden detenerle, sobre todo si tiene una gran cantidad de este tipo de artículos.

Por supuesto, hay que ser muy cauteloso a la hora de introducir productos posiblemente ilegales, como drogas o armas; aunque en un país tengan receta o permiso, pueden ser ilegales en otro. Sería muy imprudente, por ejemplo, comprar productos derivados del cannabis en un lugar donde se tolera o es legal, como los Países Bajos o algunos estados de la India, e intentar llevar algunos a casa en la mayoría de los países. Algunas de las prohibiciones pueden sorprender: importar carne de cerdo o alcohol a Arabia Saudí es ilegal por motivos religiosos. Algunos productos pueden ser ilegales de transportar entre jurisdicciones que los permiten: llevar cannabis de Colorado a California es ilegal según la ley federal estadounidense. Otros productos, como las armas, casi siempre requieren papeleo.

Los libros o periódicos también pueden ser problemáticos. Cualquier cosa que pueda considerarse "propaganda" de la otra Corea te traerá problemas en cualquiera de las dos (aunque los problemas pueden ser mucho peores en el Norte). Los artículos religiosos pueden acarrearte desde un escrutinio más minucioso como posible misionero en países con poblaciones indígenas que el gobierno prefiere que no sean molestadas por misioneros, hasta la denegación de entrada o incluso la cárcel por una sola biblia para uso personal en los países musulmanes más extremos. Aunque las obras en tu propio idioma o en un idioma razonablemente "oscuro" suelen pasarse por alto o ignorarse, llevar literatura potencialmente sediciosa en inglés, en el idioma local o en un idioma regional muy extendido puede meterte en problemas en los países menos libres.

Cosas como medicamentos, vehículos o equipos eléctricos también pueden ser problemáticas, ya que es posible que su seguridad no esté certificada en el lugar de destino, aunque sí lo esté en otros lugares. Además, cosas como las armas y algunos medicamentos pueden no estar prohibidos incondicionalmente, pero es necesario obtener un permiso especial para importarlos a los países de destino y/o tránsito.

Esta guía es considerada útil. Tiene información suficiente para llegar y algunos lugares para comer y dormir. Un aventurero podría usar esta información. Si encuentras un error, infórmalo o sé valiente y ayuda a mejorarlo.