Covadonga es una aldea situada en el concejo de Cangas de Onís (Asturias).
Ubicado en pleno corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa, está considerado como el lugar donde dio comienzo la Reconquista cristiana de Hispania en 722.
Llegar
[editar]Únicamente se puede acceder por carretera. Se sale de Cangas de Onís por la AS-114 y a 3,5 km, en Soto de Cangas, se toma la AS-262 que nos lleva directamente a los pies de la Basílica de Ntra. Sra. de Covadonga. La aparición de la Basílica entre las peñas del monte Auseva es impresionante, especialmente si hay algo de niebla.
Un buen comienzo es darse un paseo por el Real Sitio, admirando el entorno en que se encuentra la Basílica de Covadonga. El camino que lleva desde la explanada de la Basílica a la Santa Cueva, excavado en la montaña, tiene a mitad de recorrido un mirador que se abre sobre el valle del río Covadonga. En esta Cueva se venera la imagen de Nuestra Señora de Covadonga, tradicionalmente conocida como La Santina; cuenta con una pequeña capilla de piedra, situada al fondo de la cueva, que sustituye a otra anterior desaparecida en un incendio en 1777. Así mismo en la cueva, cerca de la imagen de la Virgen, se encuentra el sepulcro de D. Pelayo y su esposa Gaudiosa así como el de su hija Hermelinda y su yerno Alfonso I.
Al pie de la escalera, que es el otro acceso de la Santa Cueva, se encuentra la Colegiata, construida a finales del siglo XVI. En su interior se encuentra un retablo procedente del Monasterio de Santa María de Valdediós, aunque no puede ser visitado por el público.
La Basílica de Ntra. Sra. de Covadonga se construye entre 1877 y 1901, en estilo neo-románico, por impulso del Arzobispo de Oviedo D. Benito Sanz y Florés y según proyecto original del arquitecto Roberto Frasinelli, completado por Federico Aparici. Alrededor del templo discurre un paseo que permite conmtemplar toda la majestuosidad del entorno del monte Auseva.
Frente a la fachada principal se encuentra un edificio en el que se ubican las dependendias de la Casa Sacerdotal, la Escolanía y la estafeta de Correos, además de varios establecimientos de recuerdos. Entre ambas construcciones se encuentra la estatua de D. Pelayo, noble visigodo que inició la Reconquista y que fue proclamado primer Rey de Asturias en 716.
Una visita que, si la climatología lo permite, no debe dejar de hacerse es la de los lagos de Covadonga, dos pequeños lagos de origen glaciar. Popularizados internacionalmente en los años 80 al convertirse en habitual final de la Vuelta Ciclista a España; en la actualidad su acceso está controlado y en épocas de gran afluencia, como el verano, sólo se puede subir mediante un servicio de lanzaderas.
El viaje hasta los lagos es una carretera de alta montaña de unos 11 km de recorrido en muchos tramos muy estrecha y con rampas de fuerte pendiente sobre todo en la segunda mitad de la ascensión (destaca sobre todo la conocida Huesera, temida por todos los ciclistas) en el que se emplean unos 30 minutos, pero merece la pena hacerlo. La carretera local CO-4, que antaño comenzaba al pie de la Santa cueva, cuenta con un nuevo acceso unos cientos de metros antes. La primera mitad del trayecto (hasta el kilómetro 6 ó 7) se hace por el corazón de un bosque repleto de castaños, avellanos y hayas. En las vegas y prados de la montaña es frecuente en verano encontrarse con vacas sueltas que los pastores suben al comenzar la temporada a los pastos de montaña; campan con total libertad por lo que no es raro encontrarse con una vaca "roxa" que circula tranquilamente por la carretera. No deja de ser una peculiaridad más de este entorno con la que hay que tener precaución: no es agradable encontrarse un animal de 400 ó 500 kilos a la salida de una curva. Si se asciende en el vehículo propio y el día esta despejado no puede dejar de detenerse en el llamado Mirador de la Reina, alrededor del kilómetro 8 de la ascensión. En días excepcionalmente claros puede verse desde el mirador el mar Cantábrico, a no menos de 20 km de distancia. Una vez superado el puerto se empieza el descenso hacia el lago Enol y su vega; algo más lejos se encuentra el lago Ercina. Entre ambos se encuentra un mirador (Entrelagos) y cerca del segundo de ellos un refugio de montaña.
Para los que deseen admirar un paisaje de montaña la excursión merece la pena y los que gusten del senderismo pueden iniciar aquí algunas rutas por la zona occidental de los Picos de Europa.
Hacer
[editar]Comprar
[editar]En las tiendas del Real Sitio podemos encontrar abundante artesanía de la zona, especialmente hecha en madera.
Comer
[editar]Dormir
[editar]En el Real Sitio hay varios alojamientos.
- Arcea Gran Hotel Pelayo (4 *), situado entre la Santa Cueva y la explanada de la Basílica, es el de más categoría del Real Sitio.
- Hotel Auseva (2 *).
- Hotel Repelao (2 *).
- Hospedería del Peregrino (2 *).
- Casa Rural Asprón (2 *). Habitaciones con baño y con vistas a la Basílica
No obstante, en Cangas de Onís, capital del Concejo, hay una amplia oferta de alojamiento al igual que en los núcleos más próximos como Soto de Cangas.
Respetar
[editar]No olvide que se encuentra en un templo católico. Disfrute de la visita y admire el entorno, pero respete las costumbres de los fieles y del culto.