La ruta por el paisaje de interés cultural de Casares transcurre por el paisaje de Casares, que está incluido en el Registro de Paisajes de Interés Cultural de Andalucía por su valores naturales y culturales presenta interés especial. La documentación original de referencia está disponible en la web de la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía.
El propósito de las rutas por paisajes culturales es revelar las distintas maneras en que las personas se han relacionado y relacionan con los lugares que habitan y cómo su interacción con el medio ha propiciado la conformación de diferentes categorías de paisajes culturales. Éstos, en la actualidad, no solo singularizan la zona sino que representan un interesante recurso en aras de un desarrollo territorial sostenible.
Comprender
[editar]“ | «Sierra de Ronda. Mi pueblo está allí, en el extremo levante de una |
” |
La ruta tiene como finalidad divulgar los valores paisajísticos de la población malagueña de Casares y del entorno territorial donde se encuentra. Casares está situada en el extremo suroccidental de la provincia de Málaga, siendo municipio perteneciente a la comarca conocida como Costa del Sol Occidental, comarca que se sitúa a medio camino del litoral entre los centros subregionales de Málaga y Algeciras. La geografía de este municipio costasoleño alcanza los 162,2 Km² ocupando variedad de paisajes distribuidos sobre la costa, las sierras y las vegas. La villa de Casares se extiende entre el Paraje Natural de Sierra Bermeja y entre dos promontorios del Paraje Natural Protegido de Sierra Crestellina, perteneciente a la Cordillera Subbética y que linda al oeste con las estribaciones del Complejo del Campo de Gibraltar. La naturaleza caliza de este territorio marca una morfología con irregularidades favoreciendo la existencia de relieves elevados sobre barrancos y cuyas laderas vierten hacia el lado oeste del valle del Genal. El río y su vega dotan a una parte del municipio de suelos profundos, sueltos y fértiles.
Gracias a esta variedad geográfica y geológica, coinciden en el paisaje natural de Casares los alcornocales del flysh de Gibraltar y el olivar y palmitos de zonas bajas y suelos más sueltos, con las encinas, lentiscos y espinos característicos de sus suelos calizos. La dominante natural se impone, preferentemente con arbolado, pero con cierto grado de aprovechamiento agrícola y, sobre todo, ganadero. La diversidad de contrastes que posee este territorio ha favorecido su antropización desarrollándose a lo largo de una historia muy prolongada. En época iberorromana, nos encontramos con la fundación, cerca de la actual Casares, de la fortaleza de Lacipo, fruto de la reorganización de los grupos locales ante los intereses imperialistas de Cartago. En época romana Lacipo se convierte en una auténtica ciudad, creando incluso, hasta su propia moneda, de tradición púnica en el siglo II a.C., y consolidándose en el territorio de tal modo que en el siglo I siguen condicionando su urbanismo los modelos de origen itálico, al estar provisto de foro y murallas.
Este territorio juega un papel político trascendental en la Baja Edad Media, al constituirse en frontera entre los dominios de almohades y meriníes con el reino castellano, al tiempo que se trató de un paso estratégico hacia el interior de la Comarca de Ronda. Esta época fue un periodo de especial dinamismo en la construcción del paisaje actual de Casares. Aquí se celebró una crucial alianza entre el rey nazarí Muhammad V y Pedro I de Castilla frente al poder nazarí en 1361, donde se reconoció a Casares como enclave defensivo en poder de los árabes, mantuviéndose hasta principios del siglo XV con la conquista de la Serranía de Ronda y la ciudad decide capitular, allá por el año de 1487, pasando a formar parte del Reino de Castilla. Tras la repoblación cristiana, este territorio estuvo condicionado por la sublevación de los moriscos concluyendo con la muerte de Al-Fair a finales del siglo XVI.
Otro hecho histórico a resaltar es el papel que jugó el municipio durante la dominación francesa, cuando las cuadrillas casareñas pusieron en jaque al ejército invasor hasta su retirada en 1813, sin que lograran someter a la villa.
Por último y tras la desaparición del Señorío de Casares, el acentuado contraste entre la masa jornalera y la burguesía terrateniente, fue un continuo foco de conflictos. Casares, junto al municipio de Marbella, eran los puntos con más actividad en el movimiento de carácter republicano y obrero que surgió a principios del siglo XX en esta comarca más occidental de la provincia malagueña. En este escenario nació en 1885 la figura más ilustre de la villa de Casares, Blas Infante Pérez de Vargas y que siendo testigo de las penurias por las que pasaban sus vecinos, las describió en su obra de 1915 «El ideal Andaluz».
La estructura urbana actual de Casares y la morfología de sus viviendas responden a la adaptación de su caserío a los acusados barrancos del terreno donde se ubica. Este geomorfismo da lugar a un excepcional conjunto urbano de aspecto abigarrado que se muestra coronado por las ruinas de una fortaleza nacida en el siglo XIII, siendo seña de identidad su origen andalusí. Por todos estos valores, fue declarado como Conjunto Histórico-Artístico en 1978, y ha quedado incluido en la ruta de los pueblos blancos de Málaga. En razón de lo expuesto y gracias al aprovechamiento de los recursos naturales y el control de las vías y caminos que han dado lugar el origen a esta localidad, queda justificada la inclusión en el Registro de Paisajes de Interés Cultural de Andalucía como un paisaje con la categoría de sistema de seguridad y defensa de la posición (de fortificaciones): Paisaje de Casares.
La ruta recorre el centro histórico de Casares, muestra su paisaje cultural y proporciona claves para la interpretación del proceso histórico que lo ha generado. Inicia en el centro de recepción de visitante en la carretera A-7150 para tener una panorámica del conjunto histórico, pasando por la calle de la Carrera, tratándose del acceso histórico a Casares por el norte desde Gaucín y calle donde se encuentra la casa natal de Blas Infante. La ruta cultural continúa atravesando los valores paisajísticos del conjunto histórico hasta llegar a la fortificación de la meseta rocosa donde se asienta el castillo y la villa medieval de Casares. El itinerario finaliza en la plaza Marcelino Camacho, lugar donde se ubicaba el antiguo Convento de Hermanos Menores Capuchinos.
Llegar
[editar]La ruta recorre la localidad de Casares, a 90 kilómetros de la ciudad de Málaga y a 145 de la ciudad de Cádiz, a la que se puede llegar por la AP-7 o la A-381 .
Itinerario
[editar]Trayecto: Inicio del itinerario en la A-7150 hasta la calle de La Carrera
Desde este lugar se tiene una panorámica completa del paisaje cultural de Casares, cuya naturaleza caliza favorece la existencia de estos relieves elevados sobre barrancos que caen hacia la pequeña vega del arroyo Alobarrán. |
La ruta comienza en el antiguo Centro de recepción de visitantes en la carretera A-7150 , vía que da acceso a la Serranía de Ronda. La finalidad de esta primera parada es observar una panorámica de Casares ascendiendo por un pequeño sendero que llega al Observatorio de aves. Desde este lugar situado en altura se tiene una panorámica completa del paisaje de Casares, en la que puede verse como está ubicado sobre una peña rocosa situada entre la costa y la Serranía de Ronda . La naturaleza caliza de esta peña ha provocado la existencia de un relieve abrupto con grandes barrancos que bajan hacia el 1 arroyo Albarrán, habiendo sido utilizadas sus cotas superiores para el asentamiento de la primitiva plaza defensiva. Las características geológicas también ejercen como un condicionante natural en el trazado urbano de la villa. También se puede observar el 2 Tajo de la Planá, lugar donde se encuentra el antiguo castillo y primitivo asentamiento de Casares, enclave fortificado de mediados del siglo XIV, cuya función principal era defender la frontera granadina y actuar como enlace visual estratégico con las fortificaciones de Gibraltar, Gaucín y Ronda. Para seguir el recorrido hasta el centro del pueblo por la antigua vía histórica de unión con el municipio de Gaucín, dejamos atrás el antiguo centro de recepción de visitante para recorrer la carretera A-7150 , que es transitable a pie hasta la calle de La Carrera. A lo largo de esta primera parte del itinerario, se puede apreciar durante casi todo el recorrido las alturas del casco histórico de Casares, siendo muy protagonista su arquitectura vernácula encalada típica de los pueblos blancos. Este emplazamiento también nos permite tender visuales sobre la parte norte del casco histórico de Casares.
Trayecto: Desde la calle de la carrera a la plaza de España.
La expansión del casco histórico de Casares se desarrolló en un espacio ondulado generando un sistema de ocupación adaptado a la orografía del terreno que, en la actualidad, resulta una de las principales señas de identidad en el reconocimiento de su paisaje |
Entrando a la localidad de Casares por el Norte, a través de la carretera A-7150 hasta llegar a la antigua carretera de Gaucín, nos adentramos en el 1 Conjunto Histórico que fue declarado en el año 1978. Este acceso era la única vía de comunicación entre ambos pueblos hasta entrado el siglo XX. Las localidades de Casares y Gaucín fueron consideradas en el siglo XVI como la «llave del Havaral», es decir, la entrada al Valle del Genal desde el litoral, puerta que estaba vigilada desde la atalaya más alta de la Sierra Crestellina. En la actualidad, este acceso histórico continua siendo la entrada principal al centro histórico de la población tras pasar el Peñón Roao para continuar hasta la Plaza de España.
Junto a este peñón, de gran simbolismo para los casareños, se localiza un edificio de usos múltiples desde donde puede observarse una panorámica del paisaje en la que el castillo es el referente arquitectónico más notorio. La expansión del casco histórico de Casares se desarrolló en un espacio ondulado generando así un sistema viario y de ocupación adaptado a la orografía del terreno, producto de las características del territorio, siendo la principal seña de identidad de Casares. Esta calle alberga la Casa Natal de Blas Infante , donde se ha creado el centro de información e interpretación sobre la figura del considerado padre de la patria andaluza. En este recorrido podemos observar la presencia de la arquitectura típica de los hogares del siglo XIX que es el estilo que caracteriza mayoritariamente el paisaje interior urbano. Igualmente, este recorrido continua por el 2 Paseo de la Carrera hasta llegar al mirador, desde donde pueden observarse panorámicas en las que destaca el promontorio y el alzado del castillo de Casares .
Trayecto: Plaza de España.
Esta plaza es el centro público más representativo del pueblo, lugar de vida y encuentro de los casareños, siendo compartido y disfrutado por los propios ciudadanos y los visitantes a través de la apropiación social del espacio . |
Avanzando a lo largo de calle de La Carrera nos aproximamos a la Plaza de España. Esta plaza es el espacio público más representativo del pueblo, el lugar de vida y encuentro más frecuentado de los casareños que, en un proceso de apropiación social, la consideran como un espacio cotidiano y escenario de las manifestaciones colectivas más relevantes. En ella puede observarse la característica forma irregular de su planta, conformada por la confluencia de un gran número de calles, y delimitada por inmuebles cuyos alzados forman una secuencia en la alternan fachadas decimonónicas, exponentes de la arquitectura histórica que define mayoritariamente el paisaje urbano, y otros ejemplos de inmuebles más actuales. En esta panorámica general, puede observarse que la plaza está cargada de simbolismo histórico. En primer lugar encontramos la 3 Ermita de San Sebastián, construida en el siglo XVII con planta basilical, donde se encuentra la imagen de Nuestra Señora del Rosario del Campo, nombrada patrona de Casares tras a Guerra de la Independencia, que cuenta con una gran devoción popular. El espacio está centrado por una artística 3 fuente de Carlos III, un elemento urbano de estilo neoclásico rematado por el alzado de una torre defensiva y decorado remates, en la que surten cuatro caños de agua que vierten su caudal en sendas pilas. Fue construida durante las reformas hidráulicas llevadas a cabo en el municipio en el reinado de este monarca para encauzar y dar servicio público en el centro de la población del agua proveniente del manantial y pozos situados en el Puerto de las Viñas. Finalizada en 1785, informa de la importancia de las obras llevadas a cabo por la mentalidad ilustrada. En este lugar, en las inmediaciones de la calle Molinos, se levanta el 4 monumento a Blas Infante, hijo natural de la villa, y es el primer homenaje público erigido al precursor del andalucismo tras su fusilamiento en 1936.
Trayecto: Plaza de España, calle Arrabal hasta el arco del Arrabal.
Desde el lugar donde se encuentra este arco se puede percibir la fuerte impronta del caserío del antiguo arrabal que conforma el paisaje actual de Casares. Su callejero está adaptado a las curvas de nivel para suavizar o anular las fuertes pendientes de la ladera en la que se localiza el casco histórico. |
Dejando atrás la 4 Ermita de San Sebastián y subiendo la calle del Arrabal, nos adentramos en un escenario de calles estrechas donde se puede percibir la fuerte impronta del caserío del antiguo arrabal que conforma el paisaje urbano actual de Casares. Su callejero está adaptado a las curvas de nivel para suavizar o anular las fuertes pendientes de la ladera en la que se localiza el casco histórico. Las propias limitaciones orográficas de la peña de Casares obligaron a la construcción de nuevas viviendas, talleres y comercios fuera del recinto amurallado dando lugar al arrabal que responde con un trazado de tradición andalusí y de origen defensivo, tratándose de la expansión de la villa, en el espacio intramuros del Castillo . Avanzando en altura, se puede observar el cruce de calles salvando los grandes desniveles a través de rampas o de escaleras. Ejemplo de ello lo podemos encontrar en la tipología de subiendo la calle del Arrabal, nos adentramos en un escenario de calles estrechas donde se puede percibir la fuerte impronta del caserío del antiguo arrabal que conforma el paisaje urbano actual de Casares. Su callejero está adaptado a las curvas de nivel para suavizar o anular las fuertes pendientes de la ladera en la que se localiza el casco histórico. Las propias limitaciones orográficas de la peña de Casares obligaron a la construcción de nuevas viviendas, talleres y comercios fuera del recinto amurallado dando lugar al arrabal que responde con un trazado de tradición andalusí y de origen defensivo, tratándose de la expansión de la villa, en el espacio intramuros del castillo. Avanzando en altura, se puede observar el cruce de calles salvando los grandes desniveles a través de rampas o de escaleras. Ejemplo de ello lo podemos encontrar en la tipología de la arquitectura vernácula y cuya estructura es estrecha y esbelta y en ocasiones tienen acceso desde dos calles a distinto nivel, presentando una planta trapezoidal a modo de quilla de barco. También, y debido a los grandes desniveles, en este itinerario se puede observar del componente arquitectónico que ejerce como elemento de seguridad que son las denominadas barraetas, muros que protegen las caídas entre las calles del arrabal y las distintas alturas. Una vez que alcanzamos la cota más alta de la calle del Arrabal, se descubre el gran arco conocido como «del arrabal». Este arco es uno de los accesos al interior del recinto del castillo, un pasadizo bajo las murallas medievales que se encuentra unido a la muralla con una coracha y una torre albarrana poligonal levantada sobre un saliente rocoso, siendo un ejemplo excepcional de la interacción entre la naturaleza y la arquitectura para de la defensa.
Trayecto: Calle arrabal, callejón de Veracruz y castillo.
Desde el castillo pueden observarse los límites del su recinto amurallado adaptados al borde del pronunciado tajo por el sur y por el oeste. Su localización aseguraba el control del bajo Genal-Guadiaro desde el Estrecho de Gibraltar o desde el Reino de Sevilla hacia el Reino Nazarí de Granada. |
Una vez que se avanza y se atraviesa el 5 Arco del Arrabal, el itinerario continúa discurriendo a través de la calle del Arrabal. En esta calle se puede observar la adaptación del caserío tradicional a los salientes rocosos de la peña hasta llegar a las escaleras que dan acceso a la antigua villa-fortaleza, tratándose de un bastión defensivo que se construyó aprovechando la elevación del terreno. La historia de la población de Casares se generó a partir de esta fortaleza que se encuentra ubicada en la zona más alta de la peña, denominada «La Planá» y cuyo castillo de origen andalusí, se construyó en el siglo XIII. El visitante puede observar que los trazados del recinto amurallado tienen los límites en el pronunciado tajo que la recorre por el sur y por el oeste. Su localización aseguraba el control del bajo Genal-Guadiaro desde el Estrecho de Gibraltar o desde el Reino de Sevilla hacia el Reino Nazarí de Granada. En esta zona amurallada se puede observar a través de su mirador el paisaje de dominante urbana que conforma el caserío extramuros por la ladera oriental de la villa. Por otro lado, y con una visión hacia el sur, observamos la antigua iglesia de la Encarnación que, probablemente, fue edificada en el siglo XV sobre la antigua mezquita. Actualmente, de esta iglesia se conserva el antiguo alminar y está reconvertida en el Centro Cultural Blas Infante . Por su emplazamiento en altura, Casares jugó también un papel geoestratégico durante la Guerra de la Independencia. Los restos del castillo fueron refortificados por las tropas españolas del general Ballesteros a principios del siglo XIX y gracias a su privilegiada posición geoestratégica favoreció que Casares no fuese tomada por las tropas francesas, resistiéndose a sus ataques.
Trayecto: Recorrido por el recinto del castillo
Siguiendo el límite del trazado del recinto amurallado con dirección sur, la ruta desemboca en el límite de la peña de Casares en el Tajo de la Planá, desde donde se pueden comprobar las posibilidades que presentaba esta peña durante la Edad Media para el control y la defensa territorial en la frontera entre los reinos de Castilla y Granada . |
Siguiendo el límite del trazado del recinto amurallado con dirección sur, la ruta desemboca en el límite de la peña de Casares, en el 5 Tajo de la Planá, permitiendo comprobar las posibilidades que presenta para la vigilancia y defensa el territorio. El paisaje de dominante natural que se divisa desde este mirador invita a la observación de los diversos ecosistemas que posee el territorio del entorno de la villa de Casares, gracias principalmente, a las diferentes altitudes, a su proximidad al mar, a su geología y a su climatología. La riqueza de este territorio se debe en primer lugar a las zonas adehesadas que se localizan en las tierras más cercanas al recinto fortificado, creando un contraste con las tierras intermedias en las que se puede observar en un lejano horizonte el peñón de Gibraltar y toda la línea de la costa del mar Mediterráneo. Y más allá, como telón de fondo, se divisa la parte más septentrional de las cordilleras del Riff en África cuando las condiciones meteorológicas permiten su visibilidad. En este sentido, estas vistas se comparten con los territorios interiores hacia los valles del 6 Genal y del 7 Guadiaro, los 8 Alcornocales, la Serranía de Ronda y Sierra Bermeja al oeste. Desde este mirador, se puede observar igualmente la Sierra de La Utrera . Se trata de un conjunto kártisco donde se localizan indicios prehistóricos de hace más de 120.000 años. En este enclave histórico y natural se ubican los populares 9 Baños de la Hedionda. Por otro lado, también este paisaje nos ofrece una vista panorámica de gran interés ornitológico al encontrarse en un lugar de paso de especies migratorias, en un punto de confluencia entre las provincias de Cádiz y Málaga y entre la Sierra y el litoral.
Trayecto: Bajando desde el recinto del castillo hasta el arco de la villa y calle de la villa. Visita al callejón del rey.
Según se desciende por el entramado urbano del Conjunto Histórico puede observarse la estructura de un caserío de tradición andalusí adaptado a las cotas de nivel mediante tramos de escaleras y calles de recorrido corto de las que parten pequeños adarves. |
Tras dejar atrás el mirador del Castillo , vamos descendiendo en altura por el este hasta alcanzar el 6 Arco de la Villa, una puerta de entrada histórica al castillo desde la calle de la Villa. De origen medieval y refortificada durante la Guerra de la Independencia, está configurada como un pasadizo bajo las murallas medievales. Según va descendiendo el espectador, podrá observar la estructura del caserío del pueblo donde son frecuentes las calles estrechas y sin salidas protagonizados por pequeños adarves de origen bereber. Este entramado de calles nos muestra un planteamiento funcional de los modos de vida andalusíes, donde este tipo de calles ejercían como una vía peatonal de acceso a las viviendas. El itinerario pasa también por el Callejón del Rey, lugar que recuerda al pasaje histórico por el que, en 1361, se produjo un pacto por el que el rey Pedro I de Castilla sella una alianza con el derrocado emir Mohamed V de Granada con el fin de que le ayudara a recuperar el trono de su reino. Mientras se va descendiendo por la calle de La Villa, a su izquierda puede observarse la antigua sede del Centro Regionalista Andaluz de Casares, fundando el 21 de mayo de 1918 por un grupo de casareños bajo el patrocinio de Blas Infante. Por otro lado, y a la derecha de la calle, nos encontramos ante el edificio del Ayuntamiento de Casares. Una vez que vamos descendiendo en altura y nos vamos acercando a la plaza de España, observamos una panorámica de la calle estrecha con pendiente coronada por la ermita de San Sebastián, inmueble cuyo campanario se presenta como otro de los hitos más sobresalientes del paisaje urbano.
Trayecto: Calle de la villa, plaza de España, calle fuente y plaza Marcelino Camacho
En las calles del casco histórico puede observarse la herencia de la arquitectura vernácula andalusí con la presencia de algorfas, elementos surgidos para facilitar el tránsito de personas entre edificios contiguos a ambos lados de la calle sirviendo y servir, a su vez, de arcos de entibo entre las construcciones . |
Desde la plaza de España hacia la plaza Marcelino Camacho, la ruta pasa de nuevo por un escenario de calles estrechas a través de la calle Fuente. En ella puede observarse en el paisaje urbano la herencia de la arquitectura vernácula andalusí con la presencia de algorfas, ejemplos que se encuentran en la mayoría de las calles de Casares. Las algorfas tienen su origen en el tránsito de personas entre edificios contiguos a ambos lados de la calle y también respondían a una necesidad estructural como arcos de entibo (utilizado en pilares o columnas de mucha altura para dar mayor estabilidad al soporte). Igualmente, el visitante al transitar por las calles del casco histórico percibirá el paisaje sonoro del ritmo diario del pueblo y de la vida cotidiana de sus habitantes. Una vez que se accede a la plaza Marcelino Camacho, como telón de fondo puede observarse la 7 iglesia parroquial de la Encarnación, perteneciente al antiguo convento que la orden franciscana capuchina poseía en la localidad en el primer cuarto del siglo XVII fundado por el duque de Arcos. Su fachada se levanta frontera al arco que daba acceso al ahora al espacio de esta plaza próxima a la zona conocida por 8 La Pastora, en la que se encuentra la 10 Fuente del Llano, una pequeña fontanilla que daba agua a la comunidad franciscana para el consumo de los frailes y el riego de las huertas. A la derecha, encontramos un mirador desde donde disfrutar de las vistas del casco histórico que te muestran la evolución que ha experimentado la localidad desde la construcción del castillo en época medieval y el posterior desarrollo del caserío vernáculo que desciende por la ladera, plenamente condicionando por las acusadas pendientes de la orografía.
Seguridad
[editar]El itinerario transcurre por lugares seguros de baja criminalidad. Deben tomarse las medidas habituales de seguridad como mantener el coche cerrado o tener a la vista mochilas u otros objetos. Como en casi todo el resto de España el cuerpo de policía rural es la Guardia Civil. Además, Casares tiene su propia policía municipal.
En muchos lugares del recorrido no existen zonas de sombra, por lo que es recomendable llevar protector solar y sombrero en épocas de mayor calor. El acceso a muchos lugares puede no ser accesible o incluso necesitar de calzado y ropa de senderismo o parecida.
- Emergencias. Teléfono gratuito: 112
- Guardia Civil. Teléfono gratuito: 062
Salud
[editar]Los hospitales más cercanos a las zonas del itinerario son:
- 9 Consultorio de Casares, C/ Carrera, 87D, Casares, Málaga. ☎ +34 951270699
- 10 Hospital de Alta Resolución de Estepona, C/ Irene Villa, 29680, Estepona, Málaga. ☎ +34 951 97 67 83
- 11 Hospital Universitario Virgen de la Victoria, Campus de Teatinos, s/n, 29010, Málaga. ☎ +34-951-03-20-00, fax: +34 951 03 21 88
Próximo destino
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