Aunque la revolución digital nos ha proporcionado Wikivoyage y otros materiales en línea, muchos viajeros desean enviar o recibir postales, cartas o paquetes por correo postal. En una época en la que nos ahogamos en el correo electrónico, una postal física desde lejos suele ser más bienvenida que nunca.

Postales

Solían estar disponibles en casi todas las librerías, quioscos, tiendas de todo a cien y farmacias de la esquina; los operadores de hoteles y moteles distribuían habitualmente tarjetas postales en blanco con publicidad de sus establecimientos. Cada vez es más difícil encontrarlas ahora que el correo electrónico es barato y el correo postal caro. Puede que merezca la pena intentarlo en una librería independiente; las tiendas de recuerdos de las atracciones turísticas y las oficinas de información turística pueden tener tarjetas en blanco a la venta o saber quién dispone de algunas.

En algunos países, la oficina de correos puede tener tarjetas postales en blanco, pero suelen ser genéricas; las imágenes son del país en su conjunto y no de la ciudad concreta que se visita. Algunos países (como Estados Unidos, en el caso del correo de primera clase del USPS) permiten enviar tarjetas postales a una tarifa ligeramente más barata que el resto de la correspondencia de primera clase. En algunos casos se aplican tarifas más bajas sólo a las postales en el correo nacional y las postales internacionales se envían con las mismas tarifas (más altas) que las cartas internacionales. Las tarjetas deben tener un tamaño determinado (al menos 3,5 x 5" y normalmente 4x6", impresas en papel suficientemente grueso para que no se atasquen durante la clasificación automática). Es posible convertir una de sus propias fotografías de viaje de 4x6" en una postal, pero la imagen impresa tendrá que pegarse a una cartulina o imprimirse en una cartulina más gruesa de lo normal para que pase sin daños por la máquina clasificadora.