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Las rutas históricas de Badajoz son recorridos en la ciudad de Badajoz y sus alrededores que permiten visitar sitios de importancia histórica, museos y monumentos. En esta y en siguienes páginas, el viajero puede informarse de las siete rutas históricas propuestas.

Comprender

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Prepararse

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Llegar

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Itinerario

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Recorrido por la Alcazaba.

Esta ruta recorre la zona más importante de la ciudad: "La Alcazaba", lugar de nacimiento de Badajoz y testigo de su historia. Fue nombrada "Monumento Histórico Artístico" en 1931 ha sido refugio y defensa de Badajoz en numerosas ocasiones.

Llegó a convertirse en el lugar de residencia estable de la Taifa ya que alojó a la corte Aftasida en el siglo XI.

Desde este lugar, construido en la parte más alta del Cerro de la Muela, se pueden contemplar las mejores vistas de Badajoz y del río Guadiana.

La mayor parte de los restos que se conservan de La Alcazaba pertenecen al siglo XII, precisamente a la época almohade. Para iniciar el recorrido hay que atravesar una monumental puerta renacentista del siglo XVI y a partir de ella se encuentra todo el recinto almohade. En el recorrido se encuentran los siguientes monumentos:

Puerta del Capitel. Siglo XII

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Esta puerta, que data de la época almohade, fue y es en la actualidad la entrada natural a esta ruta monumental. Se construyó en el siglo XII y es el monumento más importante de la Alcazaba de Badajoz. Es una puerta típica de los almohades, en recodo o esquina para dificultar a los posibles invasores el acceso al interior de la ciudad. Es un sistema eminentemente defensivo y consiste en que, en primer lugar dificulta al invasor la entrada al tener que realizar un giro. Si lo realizaban, se encontraban en otro recinto interior o patio con otra puerta que, lógicamente, estaría cerrada encontrándose prácticamente encerrados frente a los defensores los cuales les atacaban desde diversos flancos, fundamentalmente desde las torres albarranas que coronan la puerta.

La arquitectura árabe da una magnífica lección constructiva con esta puerta en arco de herradura utilizando sillares de granito, apreciándose con claridad las impostas, dovelas, salmer y demás elementos utilizados en la ejecución de este tipo de construcciones musulmanas. Sobre dicho arco y en su segundo cuerpo almenado, embutido en su mampostería, se encuentra, reaprovechado, un antiguo capitel romano de orden corintio del cual recibe nombre esta puerta.

En la esquina que forma el recodo citado hay una columna de mármol que sirve de mayor refuerzo a la construcción. También de mármol, por su mayor resistencia al desgaste, aún se conservan los huecos o quicialeras donde se alojaban las hojas de la puerta

Tras la puerta y llegando hasta el patio descubierto se encuentra una bóveda de cañón y frente a ella, una bóveda de nervios. Girando a la izquierda hay una segunda portada por la que se accede al interior mediante unos escalones. Esta última portada está construida por dovelas alternadas de granito y ladrillo, configuración que la hace, además de menos resistente, de más sencilla factura.

Esta Puerta del Capitel es un magnífico ejemplo de este tipo de construcciones en la España árabe dado su porte y elegancia. A su vez sirve de referente a otras edificaciones de este tipo en las diferentes alcazabas del país. Como dato curioso, es digno de mención que en la descripción de la Azcazaba de Jerez de la Frontera se cita este "Puerta del Capitel" de Badajoz como modelo de "entrada en recodo".

Recorrido por la muralla de la Alcazaba

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Traspasada la puerta anterior y girando a la izquierda están las escaleras que conducen a la plaza donde se encuentra el Palacio de los Condes de la Roca que data del siglo XV y que en la actualidad aloja al Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. Esta plaza hace de reloj de sol de tal manera que su fuente central marca las horas solares. Dirigiéndose hacia las murallas de enfrente, el visitante se encuentra con un adarve o camino que rodea toda la Alcazaba comunicando todas sus torres. Este camino, evidentemente, se encuentra de murallas adentro y, por tanto, protegido por ellas.

Murallas de la Alcazaba de Badajoz. S XII.

Siguiendo el recorrido hacia la derecha el viajero podrá contemplar, por debajo de su situación, una vista extraordinaria de la Plaza de San José y de las Casas Mudéjares que datan del siglo XV. De frente puede verse claramente diferenciados el "casco antiguo" del casco de la nueva ciudad. A medida que el paseo avanza se descubrirán torres y miradores que proporcionan al viajero nuevas y diferentes vistas de la ciudad y del río Guadiana. Debe hacerse una mención especial de la vista sobre la Iglesia de la Concepción, hacia la izquierda del visitante, de una gran cúpula encalada, la torre de la Catedral, el edificio de "La Giralda", copia de su homónima de Sevilla, donde se alojaban unos grandes almacenes del mismo nombre, de gran tradición en la ciudad y uno de los referentes comerciales de la segunda mitad del siglo XX. A escasos metros de La Giralda, al otro lado de una estrecha calle, se divisa la ermita de la "Virgen de la Soledad", Patrona de Badajoz de mayor altura que aquella y de brillante camapanario.

Siguiendo el recorrido, el visitante irá ascendiendo hacia la torre más alta de la muralla y, mientras tanto, poco a poco y a lo lejos, irá descubrirá nuevas y bellas vistas del río Guadiana con su anchuroso cauce en esta zona, de los cuatro puentes y allá, en el horizonte y encaramada en una colina, la blanca ciudad de Elvas, ya en la vecina Portugal. Al mismo tiempo que el visitante recorre la muralla, este habrá descubierto las torres albarranas, importante edificación defensiva de esta zona de la muralla.

Estas torres albarranas son edificaciones de mayor altura y situadas en la zona exterior de la muralla, a modo de avanzadilla defensiva, y unidas a ella por un estrecho pasadizo de tal modo que si el enemigo llegase a tomarlas, estas podrían aislarse fácilmente ayudando al repliegue rápido y ordenado de los defensores. La construcción de este tipo de torres data del siglo XII, antes de la llegada de los almohades siendo ellos, sin embargo, los que más las utilizaron. Las torres que se encuentran a lo largo de la Alcazaba de Badajoz pertenecen a diversas épocas. Algunas de ellas son anteriores a la dominación almohade mientras que otras se construyeron sobre restos de fortificaciones precedentes. Las ya mencionadas torres albarranas se ubican entre la Puerta de Carros y el edificio de La Galera.

Las torres de este tipo solían disponer de una habitación coronada por una bóveda y abierta al exterior mediante aspilleras y una terraza superior a la que se accede por escaleras y defendida por almenas piramidales.

A lo largo de la muralla de Badajoz puden encontrarse otras torres defensivas como son las de la Horca, de las Doncellas, de Siete Ventanas, etc. que hacían de las murallas de La Alcazaba musulmana un lugar casi inexpugnable.

Puerta de Carros o Yelves

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Los dos nombres de esta puerta obedecen a dos aspectos bien diferentes. La primitiva puerta árabe situada en este lugar fue destruida en 1914 para que pudieran entrar los carruajes al interior del recinto de la zona amurallada de la Alcazaba árabe y de ahí su nombre desde la fecha indicada; también daba acceso al Hospital Militar que se encontraba en esa zona. El nombre de Puerta de Yelves se debe a que era la puerta de donde partía el camino que se dirigía a la localidad portuguesa de Elvas, muy próxima a Badajoz.

Hoy en día las dos puertas son totalmente diferentes ya que la Puerta de Yelves, que se reconstruyó en los años 70 del pasado siglo XX, es de las llamadas "puertas en doble recodo" cuya construcción y finalidad defensiva se describió al hablar de la "Puerta del Capitel". La fachada exterior está formada por un arco de herradura con dovelas de granito y ladrillo situadas de forma alternada. Es necesario reseñar la existencia de un pilar visigodo, del siglo VI o VII, esbelta, elegante y bella. Tiene la misma orientación que la citada "Puerta del Capitel" con la que tiene un gran parecido en sus estructuras, formas y funciones defensivas. La "Puerta de Carros" es una portada con un gran arco escarzano.

Torre de los ahorcados

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Este tipo de torre, de gran monumentalidad, está adosada a la muralla y es de gran robustez y austeridad, característica de la época almohade en la que fue construida y donde solo las hiladas de ladrillo y las almenas piramidales situadas en la parte superior de esta fortificación le dan un cierto, pero escaso, ornamento.

En la práctica totalidad del flanco occidental de la muralla y también el la zona donde se encuentra la Torre de los ahorcados, el visitante puede observar un elemento defensivo que, aunque pueda pasar desapercibido, es de singural importancia. Se trata de la "barbacana" avanzada que junto al adarve perimetral, las torres albarranas y las puertas en recodo constituyen el magnífico conjunto defensivo dejado por la arquitectura militar de los almohades.

La barbacana consiste en un pasillo elevado, adosado a la muralla por su parte exterior donde se armaba la primera defensa ante el invasor. En caso de ser tomada por el enemigo, estos se convertían en un blanco fácilmente abatible desde las murallas y torres albarranas.

El visitante continúa su ruta por el adarve o camino peralelo a la muralla por su parte interior. A medida que avanza, aparece a su vista la confluencia del río Guadiana con su afluente por la derecha, el arroyo Rivillas en un punto muy conocido por los pacenses llamado "El Pico", zona arenosa y de baño entre los años 40 al 60 del siglo XX. El acceso se realizaba en unas barcas muy peculiares, ya que eran muy planas, con unas tablas a la largo de babor y estribor y desde la proa hasta la popa que hacían de asientos a los cerca de veinte pasajeros. El propio barquero cobraba el "peaje" por pasar y que incluía la vuelta, se hiciese o no.

Puerta de la Coraxa o de la Traición

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Según diversos historiadores, se construyó durante el reinado aftasí en Badajoz que se extendió entre los años 1031 a 1094, tras la caída del Califato de Córdoba, siendo la más antigua de las cuatro que tiene la Alcazaba árabe. Está situada frente a la cara del Alcazaba orientada al norte y también frente al arroyo Rivillas por medio de un camino en suave bajada que aún se conserva.

Su arco es de herradura y de proporciones modestas con dovelas de granito y ladrillo alternadas. Posee también un alfiz de enmarque hecho con piedras de granito siendo toda ella de estilo califal. Con posterioridad se rebajaron las dimensiones del arco árabe mediante la construcción de otro arco más pequeño de estilo carpanel realizado con piedras de granito. Dado que una coracha es un lienzo de muralla que protege la comunicación entre una fortaleza y un punto concreto que no está lejos de dicha fortificación, el nombre viene dado por la existencia de un muro próximo a una torre albarrana situada sobre el cauce de un arroyo de tal forma que los habitantes de la Alcazaba pudieran coger agua sin correr peligro aún en el caso de que hubiese enfrentamientos o que estuviese cercada.

El nombre de Puerta de la Traición se debe, todo ello según las crónicas de la época, a la traición que perpetró en el año 1169 el rey portugués Alonso Enriquez entró por esta puerta al mando de sus tropas violando el cuerdo de paz que tenía firmado con el rey de León don Fernando. Es anecdótico el accidente sufrido por el rey portugués en su huida tras haber sido repelida la invasión: el rey portugués salió por esta puerta a lomos de su caballo, el cual tropezó con el cerrojo de la puerta y el rey fue descabalgado rompiéndose una pierna y hecho prisionero.

A diferencia con las puertas de acceso en recodo como la Puerta del Alpéndiz, la Puerta del Capitel o la Puerta de Yelves, esta es de acceso directo. Muy próxima a ella existe un portillo árabe que está cegado en la actualidad.

Siguiendo el recorrido por la muralla y antes de llegar a la Torre del Alpéndiz, se desemboca en una explanada con un gran número de palmeras a su alrededor en cuyo centro se encontraba la Cruz de los Caídos. Más adelante el viajero se adentrará en el Parque de la Alcazaba.


Parque de la Alcazaba

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El origen del parque de la Alcazaba tal y como lo conocemos en la actualidad se debe a una restauración que se llevó a cabo en 1938 si bien posteriormente, en 1946, se realizó otra cuyo aspecto fundamental fue la de plantar pinos y palmas canarias.

En el año 2007 se llevó a cabo la reforma más importante en cuanto a su superficie, ya que se pusieron unas 60.000 plantas en los más de 8.000 metros cuadrados de zonas verdes que tiene. Las plantas son especialmente lavanda, romero, tomillo, etc. todas ellas mediterráneas. También existen algunos ejemplares de Mioporum tenuifolium, también llamados Myoporum acuminatum y que se trata de un pequeño arbusto o arbolillo, de 1 a 4,5 m de altura pero que puede llegar hasta los 8 metros, de hoja perenne, que se mantiene verde todo el año,de ahí su nombre vulgar de "siempreverde", necesita pocos cuidados de conservación pero resiste mal las heladas por lo que la decisión de plantar estos árboles ha sido muy acertada ya que se adecuan muy bien al clima local. Son de los pocos que quedan en la ciudad de Badajoz.

Torre de Santa María y restos de la mezquita de Ibn Marwan

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Situados en le parque, se observa perfectamente el punto más alto de la ciudad: la torre de Santa María de la Sée, situada sobre un edificio que hoy en día es la Biblioteca de Extremadura. En este lugar se encuentran los restos arqueológicos que en él se hallaron y que proporcionan lo mas valioso acerca del pasado de Badajoz.

El actual edificio citado ocupa el anterior Hospital Militar de Badajoz que se construyó a mediados del siglo XIX. En él se encuentran los restos y huellas más sagrados y nobles de la Edad Media pacense.

La torre de Santa María, levantada en 1230 después de la conquista cristiana por Alfonso IX de León fue durante poco tiempo la primitiva Catedral de Badajoz. Se levantó sobre la antigua Mezquita del Palacio de Ibn Marwan, fundador de Badajoz a finales del siglo IX. En la entrada, el visitante puede ver los restos del salón de recepción del palacio del fundador, antes citado con los restos hallados, que fueron sometidos a estudio por el arqueólogo Fernando Valdés.

Museo Arquelógico

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Museo Arqueológico de Badajoz.

Está situado muy cerca de la Torre de Santa María de la Sée, en el Palacio de los Duques de Feria construido en el siglo XV, que posteriormente pasó a ser el Palacio de los Condes de los Roca. Este Museo Arqueológico Provincial es en noble edificio del arte mudéjar y su contenido muestra al visitante la extraordinaria historia de la provicia y de la ciudad de Badajoz en el tiempo comprendido entre la más remota prehistoria hasta la Edad Media Cristiana del siglo XV y donde se encuentra como el más prestigioso ejemplo la magnífica colección de estelas de guerreros y las lápidas de los reyes del Reino Aftasí de Badajoz.

Para continuar con la visita de este recorrido, el visitante debe volver al adarve a lo largo del cual podrá disfrutar de las torres y vistas que ofrece este paseo para enfrentarse a la torre más importante y esbelta del Alcazaba: la Torre de Espantaperros.

Torre de Espantaperros

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La construyeron los almohades en el siglo XII y es la torre albarrana de más porte y presencia de la Alcazaba y una de las construcciones antiguas y características de Badajoz. Está ubicada en la zona sudoeste de la fortificación y su construcción está en "avance" respecto a la muralla, cerrando esta orientación que era la más desprotegida.

Según algunos historiadores, esta torre cerraría el recinto que ocupaba el antiguo zoco musulmán de Badajoz el cual estaba situado en las proximidades de la Puerta del Capitel. De 30 metros de altura y planta octogonal, está construida con tapial y argamasa rematada por una terraza almenada en su cuerpo exterior y terminada por un templete cuadrangular de estilo mudejar y menores dimensiones pero gran belleza por sus arcos lobulados. Interiormente tiene dos cuerpos comunicados por escaleras y que se cubren por sendas bóvedas vaídas y de aristas. También alberga la pequeña torre original que dispone de variados arcos ciegos entrecruzados. La torre central tiene solamente aberturas al exterior mediante aspilleras, cuya función es de vigilancia y defensa. El dato más importante a destacar de esta torre es que se la considera la antecesora de la Torre del Oro sevillana que se construyó un siglo después.

La Galera y Torre Vieja

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Saliendo de la Alcazaba por la Puerta del Capitel y atravesando la Plaza Alta, el visitante se encontrará en la zona inferior de la Torre de Espantaperros y junto a los Jardines de la Galera, quizá los mas cuidados y vistosos jardines de la ciudad, y en ellos el edificio de "La Galera". El nombre del edificio tiene dos versiones acerca de su procedencia: o bién porque se encontraba en el antiguo barrio de "Galea", o bien porque en él se albergaban los prisioneros que, con destino a Sevilla, estaban condenados a galeras.

En su interior el viajero puede disfrutar con la visita a un excelente edificio que data del siglo XVI y que ha tenido diferentes usos a lo largo de su historia como depósito de trigo, hospicio, ayuntamiento, cárcel de mujeres en el siglo XIX, escuela en 1923 y, finalmente, Museo Arqueológico desde 1938 hasta 1978. Hay un escudo de la ciudad de Badajoz en el frontis del actual edificio, siendo uno de los más bellos y antiguos que se conocen y que anteriormente se encontraba en la huerta del manco, muy próxima al río Guadiana.

El otro edificio próximo y singular es la "Torre Vieja" o de La Losa Alba que tiene vestigios de edificación visigodos que posteriormente fueron aprovechados por los árabes. También está junto a uno de los lienzos originales de la muralla del siglo IX, lugar de arranque de la muralla abaluartada.

Seguridad

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Próximo destino

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