Introducción

África es el tercer continente del mundo por extensión territorial y tiene más de mil millones de habitantes. Rodeada por el océano Atlántico y el Índico, además del mar Mediterráneo por el norte, África es una vasta masa de tierra que se extiende por 8.000 kilómetros de norte a sur y 7.500 de este a este. Pese a tener más países que cualquier otro continente (54 en la actualidad), este número no refleja la enorme variedad de pueblos, costumbres, razas, credos y culturas que habitan estas tierras y que explican, en parte, la larga historia de conflictos que han afectado el desarrollo humano del continente.

África es una tierra de contrastes: el enorme desierto del Sahara es interrumpido por el río Nilo, que nace al interior del continente, cubierto por selvas y enormes lagos como el lago Victoria. Aunque la sabana es probablemente la imagen que más frecuentemente los extranjeros asocian con África, existen cientos de diferentes ecosistemas llegando a encontrar incluso nieve en las alturas del Kilimanjaro y algunas montañas de Sudáfrica.

Las oportunidades de aventura en este continente son enormes: puede recorrer el desierto en caravanas tuaregs, atravesar las junglas en busca de gorilas, hacer un safari entre leones, navegar en piraguas o descansar en una paradisiaca isla del Índico. Sin embargo, no todo es naturaleza. Existen vestigios de ricas culturas antiguas (como las pirámides egipcias o Timbuctú) y aún hay comunidades de tribus que mantienen sus costumbres y tradiciones. Pese a la generalización de África como un continente azotado por guerras, pobreza y corrupción, existen también economías en desarrollo y que poseen ciudades cosmopolitas.